En el marco del paro del campo

La transformación puesta en marcha hace cuatro años entra en una etapa decisiva; se trata de consolidar el acuerdo social convocado por Cristina Fernández de Kichner en su mensaje ante el Congreso.
Esa búsqueda generará tensiones y confrontaciones, porque existen poderosos intereses que esconden la defensa de sus privilegios.
Por eso, no se puede caer en la banalización del conflicto: no es el campo o la ciudad, o los modelos de vida o producción que cada uno elige.
Lo que está en juego forma parte del debate más profundo desde el golpe de Estado de 1976 y amenaza la distribución de la renta y el equilibrio del modelo agroindustrial, exportador, con impulso a la ciencia y la tecnología.
Son definiciones que afectarán la vida de varias generaciones.
Todos los sectores políticos, sociales y económicos tienen que participar solidariamente de esta discusión y este acuerdo. Y todos deben entender que deben dejar de lado la defensa inescrupulosa de sus privilegios sectoriales para formar parte de una comunidad que tiende al bien común.
Sólo aquellos que históricamente han representado el capital concentrado, apelando para eso a golpes militares o a doblegar a los gobiernos democráticos, están excluidos de esta mayoría transformadora que está llevando adelante estos cambios.
Somos protagonistas del espacio político que no se doblegó ni en medio de la dictadura más sangrienta que asoló a Latinoamérica. Formamos parte del gobierno que lleva adelante la transformación más importante del último siglo en este país. No le tememos al debate de ideas, ni a la confrontación con otros sectores ni otros intereses, ni a la movilización popular. Nos nutre y fortifica.
Por eso convocamos. Por eso acompañamos. Mañana 18 hs. Parque Norte

Bloque Frente para la Victoria. Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.