El sueño de la reforma PROpia*

Gabriela Michetti confirmó ayer que la administración macrista analiza la posibilidad de impulsar una reforma de la Constitución porteña. “Se está discutiendo si es necesaria y conveniente”, explicó la vicejefa de Gobierno. Mauricio Macri quiere hacer los cambios este mismo año y hay dos que sobresalen por encima de todos los que tiene en mente: la modificación de la estructura de las comunas, cuyas autoridades deberían ser elegidas en los próximos meses, y la aplicación de un freno a los recursos de amparo, a los que considera un obstáculo para su gestión. Para lograr su cometido, el mandatario local necesita el apoyo del kirchnerismo, que por el momento se muestra reacio a satisfacer sus deseos.
El afán de Macri por reformar la Constitución no es nuevo, pero el macrismo decidió ahora avanzar con el tema. Michetti remarcó que en el texto constitucional hay “aspectos que se pueden mejorar” y señaló que la discusión al respecto “tanto dentro del oficialismo como con la oposición de la ciudad no está saldada”.
El encargado de elaborar el proyecto de reforma constitucional es el jefe de Gabinete local, Horacio Rodríguez Larreta. El borrador que tiene en su poder contempla, además de modificaciones a nivel de las comunas y la limitación de los amparos judiciales, la eliminación del ballottage, la disolución del Ente Regulador de Servicios Públicos y cambios en el Consejo de la Magistratura. Rodríguez Larreta también maneja la negociación política a la que sí o sí debe someterse el macrismo para hacer realidad su iniciativa.
Para habilitar una modificación de la Constitución se requiere contar con el voto afirmativo de 40 legisladores. El macrismo tiene un bloque de 27 miembros y llegaría al número necesario si lograra sumar a los 13 integrantes de la bancada K. No cuenta con el ibarrismo ni con la Coalición Cívica. “Estamos en contra de cualquier reforma. Es peligroso porque se pretende sacar todo lo que tenga que ver con la participación ciudadana”, expuso el legislador de esa fuerza Sergio Abrevaya.
Rodríguez Larreta ya sondeó a los kirchneristas porque Macri quiere cambiar la Constitución durante 2008. Para tratar de comprometer a los K, Michetti afirmó que fue “el propio ex presidente Néstor Kirchner el que habló de que había que modificar”. En privado, los hombres del kirchnerismo no descartan acompañar finalmente la propuesta, pero sus declaraciones anticipan que, de ser así, el macrismo deberá pagar un alto precio.
Es hora de que arranquen la gestión. No estamos para discutir este tipo de cosas. Lo único que están buscando es la re-reelección de Macri, que al final es igual que Menem”, dijo ayer el jefe del kirchnerismo en la Legislatura, Diego Kravetz. Antes había mostrado predisposición a “evaluar el contenido de la propuesta”.
El apuro de Macri en reformar la Constitución tiene varios motivos: le permitiría zafar de la obligación de convocar a elecciones comunales en los próximos cuatro meses –como estableció, para su disgusto, la Legislatura– y al mismo tiempo plantearía un escenario electoral –el de convencionales constituyentes– en el que todos dan al macrismo por cómodo ganador. El jefe de Gobierno porteño también quiere restringir cuanto antes el alcance de amparos judiciales, porque entiende que son utilizados para obstaculizar su gestión.


* Por Santiago Rodriguez. Nota en Página 12. 11.04.08

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